Los tapices fue un proyecto de liberación del bastidor, de un corse que delimitaba en ese momento mi estructura de trabajo, de movimeinto y bajo esta necesidad comencé a crear mis peculiares tápices. La base seguí siendo loneta preparada con gesso, al igual que lienzo, pero la flexibilidad de no tener soporte de madera me permitió no solo dibujar y pintar con la libertad, sino también coser, pegar objetos e intervenir la tela con diferentes materiales que generaban texturas y apariencias tridimensionales.
El resultado fueron collages gigantes, donde la pintura se combinaba con el objeto, la costura y la experimentación material, explorando técnicas mixtas y posibilidades expresivas inéditas. Cada tapiz se convirtió en un espacio de libertad creativa, un lugar donde la superficie se expandía más allá de lo bidimensional y donde la obra podía tocar, ser recorrida y vivida desde múltiples perspectivas.
Este enfoque me permitió explorar el diálogo entre pintura, objeto y textura, creando piezas únicas que mezclan la narrativa visual con la materialidad del mundo tangible, transformando la loneta en un lienzo vivo y envolvente.

Técnica mixta sobre loneta preparada.

2005.